La regeneración de Guayaquil continúa en el estero Salado
La
recuperación incluye la construcción de un puente
Redacción
Guayaquil
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El
muro de contención contribuirá a paliar los malos
olores generados por el lodo del brazo de mar. |
Un nuevo colector de aguas residuales, dos desvíos temporales y una
estructura de retención, sobre la que se levantará el puente Peatonal-Ciclovía,
se construirán en la ciudad. Las obras las ejecutan el Municipio y la
consultora Hidroestudios, dentro del Plan Integral para la Recuperación
del estero Salado (Pires). Esto forma parte de la fase uno.
Según Rubén Coronel, director de la Unidad CAF-BEDE (Corporación Andina
de Fomento y Banco del Estado) del Cabildo, existe un fondo de 13 millones
de dólares otorgado por la CAF para obras y 2’500.000 dólares para estudios.
Al colector San Eduardo-Bellavista, inaugurado el pasado 5 de julio,
se sumará el C3. Este se construirá paralelo a la avenida Carlos Julio
Arosemena, a la orilla que está frente a la Universidad Católica, donde
termina el parque Lineal. Además, se planea rehabilitar otro que ya
existe en el lugar.
“Ya se contrató a la compañía que ejecutará los trabajos del colector
C3, que estará ubicado detrás de la gasolinera, diagonal a la Católica.
El costo es de 145 mil dólares. Esperamos que en las próximas semanas
se inicie el movimiento de la tierra”, dice Mario García, especialista
ambiental de la Unidad CAF-BEDE.
Los desvíos temporales de las aguas residuales están en construcción.
Estos ingresan en las cabeceras A y B del Salado, que son las más contaminadas.
La primera está comprendida desde el puente de 5 de Junio, hacia el
cruce de la avenida Kennedy para entrar a Urdesa Central, hasta Urdenor,
pasando la avenida Juan Tanca Marengo. La B llega hasta el kilómetro
4,5 de la vía a Daule, donde está el teatro Centro de Arte y Mi Comisariato.
“En estas zonas no hay alcantarillado sanitario, pero sí pluvial. Todas
las viviendas conectan sus aguas residuales a los colectores de aguas
lluvias y llegan al estero. La idea es captarlas y desviarlas a los
colectores”, explica García.
El primer desvío se encuentra a la altura de la estación que está entre
Urdenor y la séptima etapa de la ciudadela Alborada. En el kilómetro
4,5 de la vía a Daule están otros tres desvíos en uno. El de la 19,
que casi está listo, se ubica en la calle Octava de Mapasingue Oeste;
el de la 22 está entre la 19 y la 33A; y el último se construye en Mapasingue
Este.
Todas las obras, con una inversión de 550 mil dólares, estarán listas
en enero del 2005. Incluyen la construcción de un sistema de compuertas
para cada uno de los desvíos. Estas se abrirán en época de lluvia y
se cerrarán en temporada seca, para que el agua que traen las mareas
no ingrese.
En la misma fecha estarán listas las dos áreas de conservación o parques,
que bordearán los dos canales.
En otro sector de Guayaquil, se levantará una estructura de retención
o dique para contener el agua del tramo B. La idea es evitar que suba
el nivel y así cubrir el lodo del estero Salado, con lo que se eliminarán
los malos olores.
El muro medirá 102 metros de largo por 6 metros de ancho y llegará
hasta el fondo del estero. “Las tablestacas que lo componen se clavarán
hasta 25 metros”, indica García. En el centro habrá una compuerta, que
permanecerá cerrada durante el verano y abierta en el invierno.
Sobre la estructura se construirá un puente Peatonal-Ciclovía, de la
misma medida del largo del dique, con un paseo entablado como cubierta
y pérgolas ornamentales.
El paso unirá las dos orillas del Salado comprendidas entre el parque
Lineal, detrás del edificio de la Corporación Financiera Nacional (diagonal
a la Católica), con el predio denominado Carmansa, situado a mano izquierda
del puente que une las ciudadelas Kennedy y Urdesa.
El objetivo es mantener los niveles de agua a cierta altura y minimizar
los malos olores que provienen de los lodos. Se estima que más del 85%
de la capa de lodo va a ser cubierta con esta infraestructura.
El plan fue presentado esta semana en la sesión del Concejo Cantonal;
luego pasará al comité de contrataciones. La publicación de la licitación
se hará la próxima semana.
Los planes de contratación tomarán dos meses y la obra arrancará en
los tres meses posteriores. Se calcula que la infraestructura estará
lista en nueve meses. El costo es de 1’124.000 dólares.
Los niveles de contaminación
Los
técnicos prevén que para enero o febrero del 2005, cuando estén operando
los desvíos temporales y los colectores, el grado de contaminación bajará
entre un 80 y 85%.
La
contaminación del Salado se mide a través de la demanda bioquímica del
oxígeno por concentración y el oxígeno disuelto.
En
cuanto al primer parámetro, el tramo A (Puente Policentro) presenta
16 miligramos por litro, el B (paso Urdesa-Miraflores) registra 44 miligramos
por litro; el C (puente 5 de Junio, donde se interceptan el A y el B),
15. El D (puente de la 17) 9 miligramos por litro; el E (puente Portete),
8 y el F (puente de la Perimetral) 8 miligramos por litro.
Según
las normas técnicas, lo normal es menos de 5 miligramos por litro de
demanda bioquímica de oxígeno. Mientras el público no tenga contacto
directo con el agua no correrá riesgos.
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