|
|
|
Edith
Escalón |
Después de escuchar cómo Curitiba pasó del caos
urbano a ser una ciudad sustentable, cómo adquirieron recursos en
Guayaquil para rehabilitar la cuenca que bordea la ciudad o qué
estrategias siguieron en India para llevar agua al desierto, es
claro que la experiencia pudo haber dado ideas a los políticos y
empresarios mexicanos: los grandes ausentes. |
Con la
promesa de repetir la experiencia en 2007, concluyó en Veracruz el
primer Congreso de Casos Exitosos de Desarrollo Sustentable del
Trópico, un encuentro que reunió a más de 800 personas de 21 países,
convocados por la Universidad Veracruzana, con el único objetivo de
mostrar que sí es posible conservar los recursos naturales y
aprovecharlos al mismo tiempo, sin comprometer los que corresponden
a las generaciones futuras.
En tres días de intensas jornadas
de trabajo –que iniciaban en tres mesas paralelas a las 8 de la
mañana– se presentaron cerca de 100 ponencias que mostraron casos
sustentables de éxito del trópico mundial, además de 60 que se
exhibieron en cartel y 20 que se presentaron en videos, las que
demostraron el interés que existe en sectores académicos,
científicos, sociales, organizaciones no gubernamentales y
campesinas por la conservación del medio ambiente.
En la
sesión de conclusiones, Arturo Gómez Pompa remarcó que un catálogo
de ideas y propuestas sustentables como el que se dio en Veracruz,
bien valía la pena para que tomadores de decisiones del sector
gubernamental o privado se distrajeran de sus actividades y
escucharan cómo enfrentaron en otros países los retos
medioambientales que hoy enfrentamos en México y específicamente en
Veracruz.
Escuchar cómo se transformó Curitiba –una ciudad
brasileña como muchas mexicanas– en un ejemplo de desarrollo
sustentable; cómo adquirieron recursos en Guayaquil para rehabilitar
la cuenca que bordea la ciudad o qué estrategias siguieron en India
para llevar agua al desierto, pudo haber dado ideas a los políticos
y empresarios mexicanos que fueron, según los participantes, los
grandes ausentes.
Junto con Miguel Equihua Zamora, director
del Instituto de Ecología; Ernesto Rodríguez Luna, director del Área
Biológico-Agropecuaria en la UV, y Carmen Vergara, del Centro de
Investigaciones Tropicales (Citro), Gómez Pompa agradeció a los
participantes la respuesta que dieron a la convocatoria, y destacó
el papel de quienes lo hicieron posible: los patrocinadores y los
organizadores, y los más de dos años de trabajo que le dedicaron al
congreso.
Dejó claro que luego del encuentro es evidente la
necesidad de repetir la experiencia, y el interés común de enfocarla
hacia la educación ambiental y todo lo que ella implica en el ámbito
formal y no formal, sobre todo en la importancia de motivar en las
nuevas generaciones un interés genuino por la conservación
medioambiental.
“Si esta vez lamentamos no tener entre
nosotros a aquéllos que hoy se encuentran tomando las decisiones
importantes en nuestro país, formemos conciencia en aquéllos que las
tomarán en el futuro”, pidió Arturo Gómez Pompa en la sesión de
conclusiones que tuvo en primera fila, siempre dispuestos, al grupo
de estudiantes de la UV que ayudó a dar a los participantes de todo
el mundo una buena impresión de nuestra universidad.
Frente a
quienes durante días compartieron puntos de vista en torno al
desarrollo sustentable (en salas de trabajo, pasillos, horas de
comida y los pocos momentos de tiempo libre), el asesor del Citro
informó además la creación de un sitio electrónico para mantener en
contacto a los participantes, presentar noticias de interés y
mostrar los avances del próximo congreso, programado para 2007.
Ante la incapacidad de mostrar los cientos de afluentes que
colmaron el caudal de propuestas y acciones sustentables en el
Congreso, presentamos sólo algunos de los temas que se abordaron,
aquéllos que motivaron –en la percepción general de los asistentes–
que, a pesar de la violencia que hoy sufre el medio ambiente, aún es
posible revertir el daño y hacer realidad el desarrollo sustentable,
una meta que se alcanza con sinergias instituciones, pero sobre
todo, con buena voluntad. |
Guayaquil, impuestos para
la sustentabilidad |
Países participantes
1 |
Argentina |
2 |
Bangladesh |
3 |
Bolivia |
4 |
Camerún |
5 |
Colombia |
6 |
Costa Rica |
7 |
Cuba |
8 |
Ecuador |
9 |
Estados Unidos |
10 |
Guatemala |
11 |
India |
12 |
Indonesia |
13 |
Kenia |
14 |
México |
15 |
Namibia |
16 |
Nepal |
17 |
Nicaragua |
18 |
Panamá |
19 |
Perú |
20 |
Sudáfrica |
21 |
Zimbawe | |
|
No sólo porque la ciudad de Guayaquil –ciudad costera
ubicada en el Pacífico ecuatoriano, rodeada por una intrincada red
de brazos de mar– haya vivido una de las más radicales
regeneraciones urbanas, mereció un lugar entre los casos exitosos de
desarrollo sustentable de la región, sino porque esta evolución se
dio tan sólo en tres años. Douglas Dreher, urbanista ecuatoriano,
presentó en el congreso este caso, donde la voluntad política, la
conciencia social y una estrategia de recaudación de impuestos
hicieron posible esta hazaña. Primero, un grupo de empresarios y
habitantes de la zona costera se comprometieron a revertir el
deterioro de su Malecón, ecosistema costero, cuerpos de agua y áreas
verdes; luego, más personas se sumaron a la rehabilitación, incluso
actores políticos, quienes llevaron al congreso nacional una
iniciativa social que implicaba que el 25 por ciento de los recursos
que por concepto del impuesto sobre la renta captaba el fisco se
canalizaran al municipio de Guayaquil para apoyar este proceso de
rehabilitación urbana, iniciativa que fue aprobada y se convirtió en
ley por tres años. |
El urbanista
explicó que cuando esta ley dejó de aplicar, la conciencia social y
el ejemplo que ya significaba Guayaquil para el resto de los
municipios –ahora regenerada, limpia y con más áreas naturales–
motivó una iniciativa nacional para solicitar que esta ley se
hiciera atemporal y aplicara en todo el país, lo que sucedió en
2004. Ahora, en Ecuador esta ley señala que todos los municipios del
país pueden recibir el 25 por ciento del ISR que se recauda en la
federación para destinarlo a obras municipales, siempre y cuando los
contribuyentes así lo expresen a la hora de presentar sus
declaraciones fiscales.
Dreher señaló que esta iniciativa
podría ser replicable en otros países, incluso en México: “Es
evidente que como latinoamericanos tenemos mucho más en común que lo
que podríamos tener con Estados Unidos o países europeos, y no sólo
por aspectos económicos, sino por nuestra cultura. Creo que analizar
cómo resolvemos problemas ambientales que son comunes a nuestros
territorios nos hace más fuertes como
latinoamericanos”. |
Douglas Dreher, urbanista ecuatoriano,
presentó en el congreso la experiencia de Guayaquil.
|
India, y el poder de la
buena voluntad |
Auroville, una ciudad completamente sustentable
construida al sur de la India en medio del desierto, es otro ejemplo
más de que no hablamos de una utopía, ni siquiera ahí, en una de las
naciones que a pesar de ser considerada en desarrollo tiene el mayor
número de analfabetas de todo el mundo, el mayor número de personas
que viven por debajo del nivel mundial de la pobreza y el mayor
número de niños que sufren de desnutrición.
En el congreso,
Lalit Kishor Bati, urbanista y habitante de Auroville, explicó cómo
en 20 años, un desierto inerte fue transformado en un bosque verde y
autosuficiente a partir de “la fe y el compromiso” de un grupo de
personas que, bajo el amparo de la UNESCO, crearon a finales de los
años sesenta una comunidad integrada por representantes de más de 40
países del mundo, con ideales, innovadoras formas de vida, de
convivencia y de organización social, pero ante todo, de buena
voluntad.
El equilibrio entre el hombre y la naturaleza y una
filosofía de paz subsiste en Auroville, donde hoy viven dos mil
personas que desarrollan proyectos de investigación; deportivos,
artísticos, académicos, arquitectónicos, agrícolas, científicos,
culturales o comerciales, y donde existen, por ejemplo, fábricas de
productos orgánicos que ahí mismo cultivan y dan trabajo a más de
cinco mil hindúes. |
 En el congreso, Lalit Kishor Bati,
urbanista y habitante de Auroville, explicó cómo en 20 años, un
desierto inerte fue transformado en un bosque
verde. |
“Nuestra ciudad respeta la forma de la galaxia y gira
alrededor de Matrimandir, el centro de meditación que es también el
centro espiritual de nuestra vida”, señaló Bathi, luego de explicar
a detalle los antecedentes y las características que han hecho de
Auroville, en India, una ciudad completamente
sustentable. |
Naturaleza
sagrada |
¿Por qué las culturas mesoamericanas pudieron manejar
nueve mil años la biodiversidad? Para Víctor Manuel Toledo, del
Centro de Investigaciones en Ecosistemas de la UNAM, es clara la
respuesta: porque la consideraban sagrada. La naturaleza para el
hombre prehispánico no sólo era intocable, sino venerable, y estos
principios no estaban a discusión.
Luego de escuchar su
conferencia, la primera del Congreso, quedó claro que nuestros
actuales parámetros de vida no ayudan a sostener la filosofía del
desarrollo sustentable, pues la distancia que hoy separa al hombre
de la naturaleza es inmensa. Por eso insistió en que este paradigma
implica volver la vista atrás y analizar cómo las culturas
prehispánicas manejaron sus recursos naturales, pues los métodos
indígenas de convivencia armónica con la naturaleza, el uso de
policultivos, la noción de equilibrio, y un respeto sagrado por el
entorno natural se han convertido con el paso del tiempo en una
“resistencia mesoamericana” para el resto del mundo. |
Para Víctor Toledo, considerar a la naturaleza
sagrada evitaría el abuso que se hace de ella.
|
Aseguró que en las últimas décadas, la zona centro y
sur de México ha vivido una proliferación de experiencias exitosas
de desarrollo sustentable –principalmente las realizadas en
comunidades indígenas de Oaxaca y Chiapas– que incluyen agricultores
de productos orgánicos, organización de grupos de pescadores,
artesanos con maderas de árboles de la selva, recolectores de
productos no maderables, manejadores de agua y promotores de turismo
ecológico.
“En el desarrollo sustentable se trata de
encontrar una modernidad alternativa, donde la información
científica es sólo una parte que debe adentrarse en el conocimiento
tradicional de las comunidades”. |
Brasil, caos urbano que quedó atrás |
Considerada una revolución urbana y un caso de éxito
de planificación mundial que se mantiene a 30 años de su concepción
inicial, la ciudad de Curitiba, capital de Paraná, en el sur de
Brasil, es un modelo de organización urbana y alta eficiencia que
logró acabar con la contaminación, el exceso de autos particulares y
el caos vial a partir de una idea simple: un diseño alternativo de
ciudad basado en líneas paralelas que se extienden a los lados del
centro, manteniendo el “corazón” de la ciudad
accesible.
Curitiba, como son hoy muchas otras ciudades
latinoamericanas, era hace 30 años un verdadero caos: “Quisimos
terminar con el fenómeno que se genera cuando se crece en torno al
centro, volviendo la zona principal de difícil acceso”, explicó
Cleon Ricardo Dos Santos, uno de los creadores de este modelo de
urbanización y director de la Universidad Libre del Medio
ambiente. |
Dos Santos habló
también del manejo de los residuos sólidos de Curitiba, pues en un
acto sin precedentes se pasó de la contaminación al reciclaje:
“Cuando el relleno sanitario estaba llegando a su punto máximo y no
sabíamos qué hacer creamos un programa de reciclaje en donde se
pedía a la gente que ‘separara la basura que no es basura’, como
decíamos”.
Entonces hubo quien se interesara en procesarla,
comentó, pero el punto principal es que al las ganancias no le
importaron al gobierno, pues el único fin que importaba era no
seguir contaminando. |
El congreso, todo un
éxito |
800 participantes en el
congreso
21 países
representados 100 ponencias
orales 60 presentaciones en cartel
20 casos en
videos 3 días de trabajo |
El verdadero sentido de comunidad en Kenya |
Ejemplar para el resto de África, así calificaron al
bosque de Arabuko Sokoke, en Kenia, pues ha sido testigo de cómo la
actitud comunitaria puede transformar un recurso natural en un
elemento de desarrollo social sustentable. Fue Mvuvi Musingo, del
Centro Regional de Investigación de Kenya, quien explicó que en el
bosque es para un conjunto de organizaciones gubernamentales y no
gubernamentales el centro del progreso.
De hecho, explicó que
desde hace casi una década, más de cinco mil de los pobladores que
habitan alrededor se organizaron en asociaciones para planear e
implementar juntos una serie de actividades sustentables como
apicultura, servicios ambientales, ecoturismo o agroforestaría, una
actividad que proporciona a las comunidades cerca de mil dólares por
la venta de 300 troncos al año, lo que beneficia enormemente su
economía.
Musingo explicó que cada grupo comunitario tiene
una tarea específica, tanto de aprovechamiento del bosque para su
sustento como de su conservación: “Algunos se encargan del agua,
otros de las especies, otros más de su mantenimiento, es decir, el
manejo Arabuko-Sokoke es realmente un manejo colectivo que nos ayuda
a ser más unidos como comunidad, y a alcanzar al mismo tiempo
mejores beneficios”, dijo luego de recordar que en el bosque se han
invertido más de 500 mil dólares, en parte proporcionados por las
comunidades y en parte por organismos de apoyo nacional e
internacional. |
Iniciativa indígena
campesina |
Si de algo está consciente Jacinto Gómez Reyes,
campesino zapoteca, es de que el conocimiento y la unión comunitaria
son básicos para el desarrollo de su gente. Así lo expresó en el
Congreso, cuando frente a los participantes explicó cómo la
producción de abono orgánico bajo el sistema de lombricultura –que
iniciaron gracias al apoyo de varias organizaciones y universidades–
ha aumentado más de 200 por ciento los nutrientes para sus cultivos
de café.
“Ese proyecto lo iniciamos con nuestras familias en
2003, y requiere más mano de obra, mucho esfuerzo y paciencia, pero
al final es más satisfactorio, porque la agricultura orgánica nos
ayuda y ayuda a la tierra”, dijo Jacinto, cuya iniciativa era
evidente desde hace meses, cuando por saber los detalles del
Congreso caminaba dos horas desde su comunidad hasta el centro de
cómputo con Internet más cercano, para asegurar desde ahí su
participación. Explicó que ahora busca invitar a más productores a
sumarse al proyecto de producción orgánica, pues sólo así podrán
conseguir recursos externos.
Como éstos, muchos otros casos
exitosos de desarrollo sustentable fueron mostrados en el Congreso,
que fue de hecho, según los propios participantes, uno más de los
triunfos de este nuevo paradigma, pues logró reunir más de 800
personas preocupadas por el futuro medioambiental de nuestro
planeta, que nuestra herencia para las nuevas generaciones.
¡Enhorabuena! |
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
|
| |