El primer arquitecto de la regeneración, Diario EL UNIVERSO

Septiembre, 2005 | Diario EL UNIVERSO - Gran Guayaquil

Fuente Original Diario El Universo

Después de trabajar con caña guadua y de diseñar y levantar los stands para la compañía Sony (1995 y 1997), Samsung y BellSouth (1997 y 1998), que se presentaron en la Feria Internacional de Durán, el arquitecto Douglas Dreher Andrade se vinculó con la Fundación Malecón 2000 y el proyecto de regeneración urbana de Guayaquil.

Dreher ha trabajado ocho de sus 39 años de vida en esa institución. Los primeros cuatro años diseñó la Plaza Cívica, el área recreacional donde está la plaza del vagón y los juegos infantiles, y los jardines del Malecón 2000.

Desde 1991 es el jefe de diseño del proyecto de Regeneración Urbana, departamento en el que trabaja con siete arquitectos, con quienes concluye los diseños que él crea.

Hace ocho años no pensaba en cambiar la imagen de Guayaquil sino en regenerar a Babahoyo y su malecón, proyecto que solo se quedó en papel por falta de recursos económicos, según Dreher, de padre italiano, madre ecuatoriana y abuelo con ascendencia alemana.

“El anuncio del perfil del arquitecto que se requería para ser coordinador general del proyecto de Malecón 2000 salió publicado en EL UNIVERSO. Yo apliqué, como cientos de aspirantes del país. Los asesores de la universidad de Oxford Brookes hicieron la selección, quedamos tres personas y entré yo. Fui el primer arquitecto local del staff local de arquitectos de Malecón 2000”, dice Dreher.

Diseños propios

Desde la sala de juntas de la fundación, que tiene una vista panorámica del Mercado del Sur, comenta que también son diseños suyos los de las plazas Rocafuerte (o San Francisco), Merced y la de Administración; la de P. Ycaza, entre Córdova y Pedro Carbo (junto a la estación de Metrovía), y la plaza Zen, que está entre el hotel Oro Verde y el Consulado de EE.UU. “Estos son espacios ganados para el peatón”, acota el arquitecto.

Lo mismo piensan el urbanista Octavio Villacreses y el arquitecto Florencio Compte, profesor de la Universidad Católica de Guayaquil.

Compte agrega que es positivo recuperar espacios públicos y crear y dar realce a edificios con valor histórico como el Municipio y la Gobernación, como se hizo con la plaza de la Administración. Pero “sobre todo hay que destacar que la zona de los jardines es la mejor parte del Malecón 2000 porque permite hacer un recorrido más tranquilo. Es una isla dentro de la agresividad del cemento de la ciudad”.

En relación a la plaza de la Administración, Villacreses resalta “el trabajo arquitectónico e ingenieril, pero se está estrangulando a la ciudad, disminuyendo los espacios de estacionamiento en el centro, donde conseguir un parqueo es difícil. Se están reduciendo las bocacalles y ampliando las veredas y pasos elevados. Esto es negativo para el tráfico, no para el peatón”.

Y cree que la plaza Zen es una obra urbana forzada, por la que se perdió una vía (García Moreno). “Pero él (Dreher) dio una solución arquitectónica a un problema urbano”.

Dreher, como artífice de la regeneración urbana, la defiende de las críticas de que es una copia de otras ciudades de Norteamérica y Europa.

“Hemos tomado patrones y filosofías de regeneración urbana que son universales y que han tenido validez en proyectos de éxito en Europa. Lo que hicimos fue enfocarnos en el uso de los centros urbanos como zona residencial, turística y comercial”, explica.

Y agrega que para decir que Guayaquil es una copia de otras ciudades hay que señalar en qué se parece a Miami, Seatle o Boston.

“La regeneración urbana tiene que ver con la parte patrimonial, para poder crear espacios públicos con significado y poderles devolver ese significado perdido a los ciudadanos, como ocurrió con la plaza Rocafuerte”, indica Dreher.

El arquitecto –quien estudió en la universidad Laica, hizo un posgrado en Bélgica y tiene una especialización en Turismo– también ha trabajado como independiente en otras obras de la ciudad.

Con su socia Jacqueline Fabre, trabajaron como consultores externos, con la empresa Hidroestudios en el diseño de La Playita y en el del puente peatonal que unirá la Av. Carlos Julio Arosemena con Urdesa.

Pero vuelve a la regeneración: “Somos un equipo pequeño para la obra gigantesca que hemos hecho... De pronto nadie se va acordar de nosotros en 40 años pero nuestra satisfacción es participar”, dice el arquitecto Douglas Dreher, quien empezó en Malecón 2000 con un sueldo de $ 600 y ahora gana $ 3.000.

Somos un equipo pequeño para la obra gigantesca que hemos hecho. No se necesitan veinte personas trabajando... De pronto nadie se va acordar de nosotros en 40 años pero nuestra satisfacción es participar en esto.

Douglas Dreher
Fundación Malecón 2000

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