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La regeneración de Guayaquil continúa en el estero Salado, Diario Expreso

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  • Septiembre, 2004

Un nuevo colector de aguas residuales, dos desvíos temporales y una estructura de retención, sobre la que se levantará el puente Peatonal-Ciclovía, se construirán en la ciudad. Las obras las ejecutan el Municipio y la consultora Hidroestudios, dentro del Plan Integral para la Recuperación del estero Salado (Pires). Esto forma parte de la fase uno.

Según Rubén Coronel, director de la Unidad CAF-BEDE (Corporación Andina de Fomento y Banco del Estado) del Cabildo, existe un fondo de 13 millones de dólares otorgado por la CAF para obras y 2’500.000 dólares para estudios.

Al colector San Eduardo-Bellavista, inaugurado el pasado 5 de julio, se sumará el C3. Este se construirá paralelo a la avenida Carlos Julio Arosemena, a la orilla que está frente a la Universidad Católica, donde termina el parque Lineal. Además, se planea rehabilitar otro que ya existe en el lugar.

“Ya se contrató a la compañía que ejecutará los trabajos del colector C3, que estará ubicado detrás de la gasolinera, diagonal a la Católica. El costo es de 145 mil dólares. Esperamos que en las próximas semanas se inicie el movimiento de la tierra”, dice Mario García, especialista ambiental de la Unidad CAF-BEDE.

Los desvíos temporales de las aguas residuales están en construcción. Estos ingresan en las cabeceras A y B del Salado, que son las más contaminadas.

La primera está comprendida desde el puente de 5 de Junio, hacia el cruce de la avenida Kennedy para entrar a Urdesa Central, hasta Urdenor, pasando la avenida Juan Tanca Marengo. La B llega hasta el kilómetro 4,5 de la vía a Daule, donde está el teatro Centro de Arte y Mi Comisariato.

“En estas zonas no hay alcantarillado sanitario, pero sí pluvial. Todas las viviendas conectan sus aguas residuales a los colectores de aguas lluvias y llegan al estero. La idea es captarlas y desviarlas a los colectores”, explica García.

El primer desvío se encuentra a la altura de la estación que está entre Urdenor y la séptima etapa de la ciudadela Alborada. En el kilómetro 4,5 de la vía a Daule están otros tres desvíos en uno. El de la 19, que casi está listo, se ubica en la calle Octava de Mapasingue Oeste; el de la 22 está entre la 19 y la 33A; y el último se construye en Mapasingue Este.

Todas las obras, con una inversión de 550 mil dólares, estarán listas en enero del 2005. Incluyen la construcción de un sistema de compuertas para cada uno de los desvíos. Estas se abrirán en época de lluvia y se cerrarán en temporada seca, para que el agua que traen las mareas no ingrese.

En la misma fecha estarán listas las dos áreas de conservación o parques, que bordearán los dos canales.

En otro sector de Guayaquil, se levantará una estructura de retención o dique para contener el agua del tramo B. La idea es evitar que suba el nivel y así cubrir el lodo del estero Salado, con lo que se eliminarán los malos olores.

El muro medirá 102 metros de largo por 6 metros de ancho y llegará hasta el fondo del estero. “Las tablestacas que lo componen se clavarán hasta 25 metros”, indica García. En el centro habrá una compuerta, que permanecerá cerrada durante el verano y abierta en el invierno.

Sobre la estructura se construirá un puente Peatonal-Ciclovía, de la misma medida del largo del dique, con un paseo entablado como cubierta y pérgolas ornamentales.

El paso unirá las dos orillas del Salado comprendidas entre el parque Lineal, detrás del edificio de la Corporación Financiera Nacional (diagonal a la Católica), con el predio denominado Carmansa, situado a mano izquierda del puente que une las ciudadelas Kennedy y Urdesa.

El objetivo es mantener los niveles de agua a cierta altura y minimizar los malos olores que provienen de los lodos. Se estima que más del 85% de la capa de lodo va a ser cubierta con esta infraestructura.

El plan fue presentado esta semana en la sesión del Concejo Cantonal; luego pasará al comité de contrataciones. La publicación de la licitación se hará la próxima semana.

Los planes de contratación tomarán dos meses y la obra arrancará en los tres meses posteriores. Se calcula que la infraestructura estará lista en nueve meses. El costo es de 1’124.000 dólares.


Los niveles de contaminación

Los técnicos prevén que para enero o febrero del 2005, cuando estén operando los desvíos temporales y los colectores, el grado de contaminación bajará entre un 80 y 85%.

La contaminación del Salado se mide a través de la demanda bioquímica del oxígeno por concentración y el oxígeno disuelto.

En cuanto al primer parámetro, el tramo A (Puente Policentro) presenta 16 miligramos por litro, el B (paso Urdesa-Miraflores) registra 44 miligramos por litro; el C (puente 5 de Junio, donde se interceptan el A y el B), 15. El D (puente de la 17) 9 miligramos por litro; el E (puente Portete), 8 y el F (puente de la Perimetral) 8 miligramos por litro.

Según las normas técnicas, lo normal es menos de 5 miligramos por litro de demanda bioquímica de oxígeno. Mientras el público no tenga contacto directo con el agua no correrá riesgos.

Fuente

  • Diario Expreso Nota: la página se encuentra en nuestros servidores ya que salió del aire en su sitio original.

/douglasdreherarquitecto

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